El vegetarianismo es esteticismo




La cultura del vegetarianismo juega un papel profundo, integral y estético, en la evolución psíquica y espiritual del hombre.

No tiene que basarse en creencias religiosas, porque se inspira en una sabiduría y en una comprensión mas profundas acerca de la vida.
Por amor y respeto a todo lo que vive, se mueve, permanece estático o silente en el Universo uno puede entender muchas cosas que antes permanecían fuera del alcance del discernimiento consciente puro.
La vida desprovista de las bendiciones del vegetarianismo permanece anclada en el denso y
desagradable mundo inferior, lejos de los planos sublimes.
Matar solo con la finalidad de comer despoja la vida de belleza, encanto y dulzura.

Existe la ley universal de causa y efecto, acción y reacción-karma- que ningún hombre consciente puede negar.
Si usted come carne, será devorado por la energía irracional de los planos inferiores.
No importa que sea un animal cuadrúpedo, un pez o un ave. Cada acción tiene su reacción. Por consiguiente, la humanidad debe respetar y observar el principio de la no violencia hacia todas las entidades vivientes, puesto que es fundamental para la estética.

La dieta vegetariana psicológicamente destruye la naturaleza violenta en nosotros y produce una consciencia de amor puro hacia todas las formas de existencia; ¿y cómo puede uno obtener amor si se da a la antiestética tarea de matar para comer? Por otra parte, el terror que experimenta el animal en el momento de su matanza, entra en su carne y produce esa misma modalidad en aquellos que la comen.

Por eso hemos tenido durante siglos una sociedad temerosa, violenta y renuente a asumir compromisos.

(Libro: LA CANCIÓN DE SU VIDA, por SRILA BHAGAVATA BHUSANA GURU)